Una posible fuga obliga a cerrar el gasoducto Balticconector entre Finlandia y Estonia
Una posible fuga obliga a cerrar el gasoducto Balticconector entre Finlandia y Estonia
Helsinki, 9 oct (.).- Finlandia y Estonia investigan el origen de una posible fuga en el gasoducto submarino Balticconector, que enlaza a ambos países a través del Mar Báltico, tras detectarse un descenso de presión este domingo que obligó a cortar el flujo de gas.
El operador gasístico finlandés Gasgrid y el estonio Elering informaron en un comunicado de que ya han iniciado los preparativos para inspeccionar el gasoducto y tratar de determinar la causa y el punto exacto de la posible fuga.
“Hemos comenzado a tomar las medidas preliminares necesarias y creemos que pronto podrá llevarse a cabo la inspección propiamente dicha. Lo más probable es que sean necesarios al menos unos días para empezar a inspeccionar el gasoducto”, señaló Gasgrid.
Según la operadora finlandesa, si el inusual descenso de presión detectado se debe finalmente a una fuga causada por una rotura de la tubería, los trabajos de reparación podrían durar varios meses, en función de la gravedad de la avería.
En todo caso, Gasgrid aseguró que el suministro de gas a Finlandia en los próximos meses está garantizado gracias a la terminal flotante de gas natural licuado (GNL) ubicada en la costa de Inkoo (sur del país).
“La terminal tiene la capacidad de suministrar el gas que Finlandia necesita también durante el próximo invierno, aunque el consumo de gas suele ser mayor en las temporadas invernales”, señaló Gasgrid en el comunicado.
En el caso de Estonia, la operadora gasística Elering aseguró que el cierre temporal del gasoducto Balticconector no afectará al suministro en ese país, ya que seguirá llegando desde la vecina Letonia.
Inaugurado en 2020, el gasoducto Balticconector enlaza Paldisk (Estonia) con Inkoo (Finlandia) atravesando el Golfo de Finlandia y su tramo submarino tiene una extensión de 77 kilómetros.
De momento no hay indicios de que la fuga de gas pueda tratarse a un sabotaje similar al que sufrió hace un año el gasoducto Nord Stream, que transportaba gas desde Rusia hasta Alemania por el fondo del Báltico.
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