Economía

Berlín empeora sus pronósticos y reconoce que el PIB de Alemania caerá un 0,4 % en 2023


Berlín empeora sus pronósticos y reconoce que el PIB de Alemania caerá un 0,4 % en 2023

Berlín, 11 oct (.).- El Gobierno de Alemania empeoró este miércoles sus pronósticos sobre la evolución de la principal economía europea y admitió que en 2023 se podrá registrar una caída del producto interior bruto (PIB) del 0,4 %, cuando hace unos meses auguraba todavía un crecimiento moderado.

La previsión actualizada tiene en cuenta las consecuencias de la crisis energética y la débil coyuntura internacional, aunque el Gobierno moderó los pronósticos negativos de los principales institutos económicos alemanes.

Berlín espera que el PIB se recupere en 2024 y crezca un 1,3 %. La recuperación continuará el año siguiente, en 2025, para cuando prevé un leve incremento hasta el 1,5 %.

La proyección empeora, no obstante, el panorama esperado por el propio Gobierno federal, que la pasada primavera todavía confiaba en que el PIB fuera positivo en 2023, con un crecimiento del 0,4 %. Los principales institutos del país prevén una caída en este año del 0,6 %.

“Los efectos de la crisis de los precios de la energía, junto con la debilidad económica mundial, ejercen sobre la economía alemana una presión mayor de lo que se esperaba en primavera. Esto está retrasando la recuperación económica generalmente esperada”, según el resumen del informe de perspectivas que hizo el Ministerio de Economía.

Su titular, Robert Habeck, comentó sobre los datos que “actualmente estamos viendo dificultades económicas, provocadas por las consecuencias de la crisis de los precios de la energía, la necesidad del BCE (Banco Central Europeo) de combatir la inflación y el debilitamiento de importantes socios económicos globales”.

“También hay fuentes geopolíticas de conflicto que aumentan la incertidumbre. Por tanto, estamos saliendo de la crisis más lentamente de lo esperado”, reconoció el ministro en un comunicado.

Berlín cuenta con que la bajada de la inflación detectada en los últimos meses continuará y beneficiará las perspectivas macroeconómicas.

Tras una inflación en 2023 que se espera se sitúe en el 6,1 % el Gobierno alemán apuesta por una caída hasta el 2,6 % en 2024 y al 2 % en 2025. Además, califica de “robusto” al mercado laboral.

“Los indicadores económicos actuales, como la producción industrial, la entrada de pedidos y el clima empresarial, indican que el PIB evolucionará débilmente en el tercer trimestre de 2023. Sin embargo, la proyección de otoño supone que el desarrollo económico volverá a ganar impulso a finales de año y se acelerará significativamente a medida que avance”, indica el informe.

Para el Gobierno alemán es probable que los impulsos de crecimiento provengan principalmente del consumo privado y ello porque valora que las pérdidas de poder adquisitivo de los hogares relacionadas con la inflación se están superando.

Berlín considera que, junto con el aumento significativo de los salarios y con una situación general del empleo que califica de sólida, se está dando ya una reactivación del consumo privado.

“Es probable que la inversión en maquinaria y equipo siga aumentando dadas las elevadas necesidades de inversión tras la transformación hacia una economía climáticamente neutra, mientras que es probable que la inversión en construcción inicialmente disminuya aún más dado el nivel significativamente mayor de las tasas de interés”, explica el informe.

Las perspectivas oficiales se conocen unos días después de que los principales institutos de estudios económicos de Alemania anunciaran que prevén para 2023 una caída del PIB del 0,6 por ciento, con lo que revisaron a la baja en un 0,9 por ciento el pronóstico que habían hecho en la primavera pasada.

Una recuperación sólo se espera para 2024 para cuando los institutos vaticinan un crecimiento del 1,3 %, similar al que ahora anuncia el Gobierno.

El pasado marzo, el Consejo Asesor de Economistas del Gobierno alemán, los llamados “cinco sabios”, consideraba, como entonces el propio Ejecutivo, que Alemania lograría esquivar la recesión pero veían grandes riesgos para la economía derivados de las altas tasas de inflación y del deterioro de las condiciones de crédito por el alza de intereses.

Esos expertos situaban su pronóstico de crecimiento para 2023 en el 0,2% y para el año próximo del 1,3%. Sin embargo, en su informe alertaban de que la inflación podría trastocar sus previsiones.

Antes de que se publicara el informe de otoño del Gobierno llegó una buena noticia al publicarse que la inflación interanual en Alemania se situó en septiembre en el 4,5 %, después de que en agosto y julio estuviera todavía por encima del 6 %.

De esa manera la tasa de inflación cae al nivel más bajo desde el inicio de la guerra en Ucrania, según explicó la oficina federal de estadísticas, Destatis.

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